sábado, 27 de febrero de 2010

Medicina Occidental y Medicina China II: Uno y Dos

El dualismo es una doctrina que durante mucho tiempo ha explicado los fenómenos más básicos de la existencia universal. La misma afirma que existen dos principios supremos, increados, independientes y antagónicos por cuya acción se explica el origen y evolución del mundo y las cosas.

En China se utilizan los términos Yin y Yang. El Yin es oscuridad, frío, noche y quietud. El Yang es luz, calor, día y movimiento. El equilibrio entre ambos es un fenómeno dinámico. Todo el tiempo se presentan desarreglos que afectan este balance y que requieren una adaptación y una nueva búsqueda de la armonía. ¿Para qué? Entre otras cosas, para el mantenimiento de la salud o para la obtención de la curación.

Durante muchos siglos la medicina occidental creyó fervientemente en unos principios que se asemejan a los de la medicina china. A partir de aquí pretendo explicar los paralelismos y conceptos más importantes de ambas medicinas.

El Hombre es Yin y es Yang. Es Yin-Yang. Ambos son inseparables, se complementan y se oponen. Yin puede convertirse en Yang y viceversa. Son Uno y son Dos. Siguen un ciclo en la naturaleza y en el Hombre. Y este fenómeno dinámico es el que explica los cambios, la evolución, el crecimiento y el envejecimiento (1) .

Yin y Yang no necesitan de fuerzas que se contrapongan para moverlos; ellos son movimiento y son quietud.

Alcméon de Crotona (VI a. C, Grecia) fue uno de los principales representantes del dualismo de su época. La salud era producto de un equilibrio entre las cualidades (lo húmedo y lo seco, lo caliente y lo frío, lo amargo y lo dulce y las demás) y el predominio de una de ellas era sinónimo de enfermedad (2) .


Referencias

(1) Medicina Tradicional China, Roberto González G. y Yan Jianhua, Editorial Grijalbo, México D.F, 1996: 38.
(2) Cuadernos de historia 16, La Medicina en la Antigüedad de José María López Piñero, capítulo 10, 1995: 6.

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