Esta mañana, mientras esperaba para que me atendieran en la peluquería, ojeé una revista. Vi un artículo en el que un muchacho había tenido un accidente de tráfico y había estado ingresado en un hospital. En un momento dado del artículo, hace la siguiente expresión:” yo le daba las gracias a los médicos por haberme salvado pero lo que yo no entendía es que estaban haciendo su trabajo”.
Personal y profesionalmente me ha disgustado leer esto. El salvar vidas, tratar pacientes, ayudar a curar y que nos paguen por ello no significa que no nos importe la persona que tenemos enfrente. Muchos de nosotros nos hemos hecho médicos para colaborar con el otro, para cooperar en su bienestar, con la ilusión de poner un granito de arena para su mejora.
No quiero con esto negar que puedan haber profesionales “estirados”, soberbios, pedantes pero todavía creo que cuando empezamos la carrera de Medicina muchos queríamos hacer algo por la Humanidad.
Recuerdo unas palabras de mi abuelo cuando le dije que quería ser médico: “la Medicina no es una profesión, es una vocación” . Creo que tenía razón.
jueves, 11 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario